SINOPSIS: Parecía que todo había acabado. Pero el brutal asesinato de una prostituta hace revivir una serie de homicidios ocurridos hace años, donde hubo un único testigo.
Un comisario retirado, Ulises, se encarga de la investigación, adentrándose paulatinamente en una obsesiva espiral de violencia, miedo y muerte. No consigue dormir… pero el asesino tampoco. Todo ha vuelto a empezar, aunque ahora cuenta con la ayuda de aquel testigo de años atrás.
Este retorno al giallo clásico (pero este clasicismo es, como siempre en el director, sólo aparente) es verdaderamente soberbio. La película comienza con un nivel realmente de antología: veinte minutos que mantienen al espectador clavado a la butaca, con el aliento paralizado en la garganta de puro terror, veinte minutos filmados en un estado de gracia absoluta. Sin duda, figuran entre los mejores fragmentos jamás rodados por el maestro italiano del escalofrío”
