
En el cine, como en tantas otras cosas, hay escenas que son inolvidables. Algunas se quedan para no irse jamás. Y mientras avanzamos por la vida, nos regresan en cada circunstancia que vivimos.
A veces, nos vemos como aquel actor en aquella películas vista hace años. Y soñamos despiertos. Y enfrentamos mejor las circunstancias de la vida. Porque si somos lo suficientemente fantasiosos, y aquel actor logró salir de aquel embrollo, nosotros también podemos.
Las escenas van y vienen, algunas quedan, otras se instalan por dos horas para nunca regresar. Cada película tiene su escena, esa que nunca olvidaremos. Acá algunas de las más inolvidables.











Texto: SJarré