En uno de sus últimos papeles, Johnny Depp se puso en la piel de Barnabus Collins, un vampiro de 200 años, que le trajo muchos problemas en el set de filmación.
Cada vez que el actor quería ir al baño durante el rodaje de Dark Shadows, las uñas largas que usaba su personaje no se lo permitían.
Por eso, necesitaba ayuda cada vez que le daban ganas de hacer pis.
"Había un equipo de gente que me ayudaba para ir al baño", explicó Depp en el programa de Ellen DeGeneres.
En la película, el actor -que comparte cartel con Michelle Pfeiffer- vuelve a trabajar con Tim Burto, el director de algunos de sus trabajos más recordados como El Joven Manos de Tijera y Charlie y la fábrica de chocolates.
